Libro Kaweskar se comparte con vecinos
El Centro Cultural Kuraf Werken, CCKW, compartió con vecinos del sector el pasado viernes 13 de noviembre, a las 21:00 horas, el libro Kawéskar de Adriana Bórquez Adriazola.La actividad literaria se realizó en la sede del CCKW y formó parte de la celebración del aniversario de la organización, por ello la escritora y socia Adriana Bórquez Adriazola, quiso narrar su viaje y el nacimiento del libro Kawéskar a los vecinos, "traer la cultura a las poblaciones, en vez de que las personas salgan para
afuera es muy importante", dijo la escritora.Adriana preparó un recorrido fotográfico de su viaje hasta la localidad de Puerto Edén, donde quedan los últimos Kawéskar de raza pura, y adquirió la información para escribir esta obra. Puerto Edén, se encuentra en la isla Wellington, en el corazón del Parque Nacional Bernardo O´Higgins, en el archipiélago patagónico sur.
A través de las imágenes, Adriana, fue narrando a los asistentes su travesía y conocimientos que fue adquiriendo. Un viaje para el aprendizaje y descubrimiento de chilenos en el fin del mundo, de niños que no conocen bicicletas ni ruedas, donde las calles no existen y son reemplazadas por senderos de madera construidos sobre las rocas entre los bosques patagónicos.
Un viaje que quiso compartir con sus amigos y vecinos, "más que una presentación tradicional de un libro, quisimos generar una conversación en torno a un sueño, un libro, una idea que se instaló en el corazón de alguien y que la llevó a viajar cientos de kilómetros para cumplir ese sueño", señalo Romy Bernal Díaz, Presidenta del Centro Cultural Kuraf Werken.
Los vecinos respondieron y dialogaron con Adriana sobre su viaje, el libro y otros temas. Un encuentro que duró hasta medianoche, "al principio la timidez estaba instalada, pero de a poco los asistentes se volvieron protagonistas de la actividad, narraban sus propias historias y
opinaban sobre el presente, la sociedad, la educación. Fue grato ver que las personas compartían sus experiencias y que se generaba un diálogo que no quería terminar", dijo Bernal Díaz.
El CCKW se comprometió a replicar estos espacios para el diálogo con los asistentes, tras su interés y anhelo de volver a reunirse. "Las personas deben volver a reunirse, confiar en el resto y compartir con otros sus mundos y visiones del futuro. De eso se trata la vida, el crecimiento, el conocimiento mutuo y el respeto", finalizó Bernal Díaz.
A través de las imágenes, Adriana, fue narrando a los asistentes su travesía y conocimientos que fue adquiriendo. Un viaje para el aprendizaje y descubrimiento de chilenos en el fin del mundo, de niños que no conocen bicicletas ni ruedas, donde las calles no existen y son reemplazadas por senderos de madera construidos sobre las rocas entre los bosques patagónicos.
Un viaje que quiso compartir con sus amigos y vecinos, "más que una presentación tradicional de un libro, quisimos generar una conversación en torno a un sueño, un libro, una idea que se instaló en el corazón de alguien y que la llevó a viajar cientos de kilómetros para cumplir ese sueño", señalo Romy Bernal Díaz, Presidenta del Centro Cultural Kuraf Werken.
Los vecinos respondieron y dialogaron con Adriana sobre su viaje, el libro y otros temas. Un encuentro que duró hasta medianoche, "al principio la timidez estaba instalada, pero de a poco los asistentes se volvieron protagonistas de la actividad, narraban sus propias historias y
opinaban sobre el presente, la sociedad, la educación. Fue grato ver que las personas compartían sus experiencias y que se generaba un diálogo que no quería terminar", dijo Bernal Díaz.El CCKW se comprometió a replicar estos espacios para el diálogo con los asistentes, tras su interés y anhelo de volver a reunirse. "Las personas deben volver a reunirse, confiar en el resto y compartir con otros sus mundos y visiones del futuro. De eso se trata la vida, el crecimiento, el conocimiento mutuo y el respeto", finalizó Bernal Díaz.
Queridos amigos, me he llevado a casa este libro desde el Kuraf Werken y lo acabo de terminar de leer. Se trata de una bitácora de viaje a las tierras australes a través de la cual Adriana Bórquez medita en torno al sentido de la humanidad misma en el contexto de una investigación sobre la etnia de los Kawashkar. No se trata de una obra edificante, de aquellas que idealizan la forma de vida de los pueblos primigenios, sino más bien de un relato honesto que da cuenta de la actual degradación de los últimos vástagos de un pueblo que brotó y pudo susbsistir dignamente en uno de los ambientes más rudos de la naturaleza. Evidentemente tal degradación está en conexión con la colonización de la que fueron objeto por parte del hombre europeo y a la que finalmente se entregaron. Todo este relato meditativo se entrecruza con las inquietudes de una mujer que arregla cuentas con las viscicitudes de su propio pasado y que sigue buscando, sin fin, hacia los abismos de la existencia.
ResponderBorrarUn saludo fraterno y nos vemos pronto, les iré a dejar el libro y un pequeño ensayo que estoy escribiendo en conexión con los Kawashkar.
Gonzalo Díaz Letelier
Profesor de la Facultad de Filosofía Y Humanidades de la Universidad de Chile
Interesante análisis, invitaré a la señora Adriana a leerlo.
ResponderBorrarSaludos cordiales